Shiatsu (presión con los dedos) es una terapia japonesa nacida en la primera década del siglo pasado, basada y perfeccionada en el antiguo tratamiento Anma que conformaba, con infusión de hierbas la milenaria medicina oriental.
El tratamiento del Shiatsu consiste en aplicar presión digital y manual sobre los músculos en profundidad, permitiendo estimular la circulación sanguínea, el sistema linfático y los líquidos humorales. Como consecuencia de ello, dispersa los elementos nocivos y tóxicos que se acumulan en los tejidos musculares que dan origen a contracturas, inflamaciones y “nudos” que producen dolor, molestias y disminución motora.
El terapeuta bien adiestrado detecta a través de la sensibilidad de sus dedos, las distintas patologías que día a día se multiplican en el cuerpo como consecuencia del estrés que provoca la vida moderna.
El estrés, origen de la gran mayoría de las enfermedades, produce desequilibrios en el sistema nervioso central, sistema periférico y sistema autónomo. La aplicación del SHIATSU en los distintos puntos preestablecidos del cuerpo produce la descompresión de las haces nerviosas, normaliza el funcionamiento en la zona afectada, generando relajación, sensación de placidez y bienestar.
El sistema autónomo controla automáticamente el accionar de todos los órganos: pulmones, corazón, los aparatos digestivos, renal endocrino, sexual, etc. Esta conformado por los subsistemas simpático y parasimpático, quienes regulan y equilibran el funcionamiento de los órganos anteriormente mencionados. En una situación de estrés, el sistema nervioso central envía reflejos al periférico y genera la alteración del sistema autónomo, provocando en muchos casos acidez, insuficiencias digestivas, estreñimientos, dolores, desequilibrios hormonales, hipertensión, arritmias, diabetes, etc.
En síntesis, el SHIATSU armoniza el estado del cuerpo, combate el dolor en todas sus formas y ayuda al paciente a lograr esa sensación de “sentirse bien” con armonía corporal.
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